Historia y evolución del perro

La historia y evolución del perro.

Conoceremos a fondo el origen histórico del perro y su evolución, deteniéndonos en sus antepasados más recientes.

Los primeros perros domesticados aparecieron en el este asiático, se extendieron por toda Asia y Europa, y acompañaron a los primeros colonizadores de América, hace 12.000 y 14.000 años.

La gran variedad de razas de perro existentes, se considera debida a que en distintos lugares y épocas, la base de la que se partía era la especie del lobo local; la selección por el hombre de las características deseables, conservando unas y descartando otras, ha ido aumentando estas diferencias.

El perro puede llegar a morden a una persona, sin el menor propósito de devorarla. El lobo por el contrario, no despilfarra energía, es prudente y escasamente agresivo, en circunstancias normales, frente al hombre.

Es difícil, pues, que se pueda determinar exactamente el origen del perro. Pero una conjetura bastante probable es que en diferentes lugares, la gente domesticase y criase selectivamente la especie de cánido que tuviese más a mano. Se puede decir que por orden de antigüedad los lobos que pasaron a perros fueron los siguientes:

-Canis Lupus Arabs, en el mediterraneo
-Canis Lupus Papllipes, en la india
-Canis Lupus Chancro, en el Sudeste asiático, que luego emigraría hacia china
-Canis Lupus Lycaon, por las zonas árticas de Alaska.


Perros vigilantes y guardianes

La territorialidad innata del lobo lo convierte en un buen vigilante. Todos los perros domésticos desde el chihuahua al chow-chow, pasando por el pomerania, pastor alemán y doberman, desciende del lobo común y conservan aún muchos de los instintos lobunos. Los lobos poseen el mismo instinto social que presentan los perros en su lealtad a sus amos. Se explota su instinto territorial en los perros de guarda, y poseen el instinto de caza perfeccionado en el caso de los perros de muestra, los de caza y los terriers.

Perros  Cazadores

El primer papel desempeñado era el de vigilante, el segundo el de cazador con mayor grado de compenetración y control. La atracción que sentía hacia las mismas presas que el hombre permitía su incorporación en las cacerías.

Perros pastores

El lobo posee incluso el instinto de conducir el ganado, lo cual se pone de manifiesto cuando un miembro de la manada aísla de su rebaño a la víctima usando habilidades parecidas a las de un perro pastor.
Al volverse sedentarios los campamentos e iniciarse la cría de ganado, el descendiente del lobo salvaje debía aprender a inhibir los instintos asesinos contra los ungulados que anteriormente había matado a dentelladas.